la vida es dura, más dura que en pene a toda asta, más dura que la pared a la que golpeamos con furia, tan dura como la verdad, porque la verdad es vida y a decir verdad la vida no se viene con hipocresías sino que se muestra siempre tal como es.
la vida es dura, más dura para otros que para mí pero por diferentes motivos, uno menos graves que otros, todos soltamos las mismas lágrimas en vida.
hoy, ayer, murieron casi todas las mascotas que vi crecer desde chamaquitos, desde que apenas sabían caminar y comer solos. no pude hacer más que acompañarlos y darles calor para que murieran con menos sufrimiento, muchos de ellos en mis manos. la frustración trajo mil lágrimas, me sequé, la tristeza trajo mil más, me sequé, la soledad trajo mil más, también las sequé.
sé que, no lo sé bien, tengo a cuatro de ellos a mi lado luchando por sobrevivir pero nadie sabe si amanecerán con las patas encogidas o corriendo por doquier. Por donde sé, que no sé bien, siguen conmigo juntos al sol que les coloqué al lado, pasean y no duermen, como temiendo cerrar los ojos por última vez.
hay esperanza y la única esperanza es que no se mueran todos. es igual a mayor escala, la única esperanza que nos queda es que al menos uno de todos los hombres sobreviva y así será, mientras haya esperanza.
(Actualización: Al final todos murieron).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario