domingo, 31 de mayo de 2009

Avioncito

He tirado un avioncito de papel
De papel he tirado un avioncito
Un avioncito de papel he tirado.

He tirado un poemita volador
Volador el poemita ha llegado
A tu puerta de color dorado
Y forzosamente ha aterrizado

He tirado un avioncito de papel
Un poemita volador he tirado

Para que a tu casa llegue
Saltando y planeando de nido en nido
Para contarle y que se entere
Cuánto cuánto la he querido.

Y has tirado el avioncito de papel
De papel un avioncito has tirado
Y pensé que vendría volando
Por el cielo miraflorino
Pero el avioncito nunca vino,
Nunca vino.

viernes, 22 de mayo de 2009

tirado

[...] porque cuando te recito, la voz se me hace un hilo y, así, voy tejiendo un guante que te acaricia con mis versos.

miércoles, 20 de mayo de 2009

tirado

la castilla estaba casi vacía pero eran las horas en las que quería seguir tomando.

señor, sírvame otro vasito más, y siga haciéndolo hasta que estos ojos no sepan llorar. le dije

por supuesto, me sirvió, iba por la décimo tercera y no había indicio confiable de que esto fuera a parar. luego de muchas más copas ningún vómito se me vino por la garganta, ninguna palabra me supo bien, sólo quería seguir bebiendo para no estar conciente cuando llegara el amanecer.

la castilla estaba casi vacía, solo quedábamos el viudo de la gabardina gris y yo. él mirando al vacío pensando en todo y yo mirándolo todo pensando en nada. daban las cinco de la mañana y me llegó al alma una pregunta, una que yo nunca podría responder y tú nunca querrías responderme.

era acaso tan difícil saber si algún día me podías querer.

lunes, 11 de mayo de 2009

pero no importaba

ya caía la lluvia cuando salió a recibirme gritando balazos despechados sobre mi panza, y me dolía el alma, pero no importaba

ella lloraba con las gotas de lluvia sobre sus mejillas, y yo me disculpaba pero no importaba.

ya caía la lluvia cuando salió a despedirse por última vez de este animal sin alma, y me dolía el alma, que no tenía, la cara de vergüenza y la panza, y le dije que volvería, pero no importaba.

Mirador

Le dolía la cabeza por las mil trenzas que se había hecho, pero se veía linda como niñata, como una serenata a medianoche, como la noche en la playa y como la playa en las tardes previas a que llegue abril.

Le dolía la cabeza por las mil trenzas y a mí me dolían los ojos de no verla (más).